El tratamiento de las varices mediante la presoterapia.

La presoterapia en varices es uno de los métodos que más recomiendan los principales expertos para su tratamiento y eliminación.

Las varices son aquellas venas dañadas en las que la sangre circula mal. Son de color azulado, forma dilatada y torcida y pueden ser bastante prominentes.

Se calcula que entre el 15% y el 30% de la población tiene venas varicosas y las mujeres tienen 3 veces mucho más opciones de padecerlas que los hombres. La presoterapia en varices se presenta como uno de los mejores tratamientos.

En la mayoría de los casos, las varices se forman en las piernas. También pueden manifestarse en la zona de la vulva (varices vulvares) o el escroto (varicocele).

Las varices son bien difíciles de sanar y por tal razón se recomienda bastante la prevención para evitarlas, en tanto que una vez aparecen y peor si se consolidan o agravan, pueden conllevar peores secuelas que requerirán intervenciones médico-quirúrgicas y tratamientos de cuidado de por vida.

En el 95% de las situaciones, las venas varicosas afectan a las venas safenas, o sea, las venas superficiales y colaterales de las piernas. Estas varices son a consecuencia de un conjunto de factores de peligro (herencia, exceso de peso, embarazo, etcétera.).

En una minoría de personas, las venas varicosas son ocasionadas por la inflamación de una vena profunda (flebitis profunda) que transcurrido el tiempo consigue a la red de venas superficiales.

Evolución de las Varices

La gente con venas varicosas padecen de insuficiencia venosa crónica. Esto quiere decir que su sistema venoso tiene dificultad para asegurar el retorno de la sangre al corazón.

Los primeros signos son

  •  Mal, hormigueo y sensación de pesadez en las piernas.
  •  Calambres en las pantorrillas, los tobillos y los pies hinchados.
  •  También se puede sentir picor. Estos síntomas se magnifican cuando uno se queda parado o sentado mucho tiempo.

Aparición de arañas vasculares y venas varicosas

Las varices que afectan más a las pequeñas venas se semejan a una tela de araña. Por lo general no son dolorosas.

La mala circulación en las venas superficiales puede ocasionar:

  •  Una piel de color cobrizo. La separación de los vasos sanguíneos pequeños provoca que los escapes de sangre invadan los tejidos próximos, dando a la sangre y a determinadas zonas de la piel un aspecto entre el amarillo y el cobrizo.
  • Úlceras. Son muy dolorosas y se dan frecuentemente en las ubicaciones próximas al talón. Consultar a un médico inmediatamente.
  • Un coágulo de sangre. Un coágulo de sangre en una vena (flebitis) puede ocasionar dolor local si la vena perjudicada es una vena superficial. Es una señal de advertencia importante pues la insuficiencia venosa mucho más avanzada puede conducir a la flebitis profunda y a una embolia pulmonar.
La presoterapia y varices es una de los mejores combinaciones porque mejora directamente en la circulación del riego sanguíneo.

Causas de las Varices

Las venas llevan la sangre al corazón desde el cuerpo. Las varices se muestran en el momento en que algunos mecanismos o unas partes del sistema venoso se estropean, como por servirnos de un ejemplo:

  • Válvulas debilitadas: Las venas están equipadas con varias válvulas que actúan como controladores de flujo de la sangre. Cuando las venas se contraen o están sujetas a la acción de los músculos circundantes, las válvulas se abren en una dirección, haciendo que la sangre se mueva hacia el corazón. Por el cierre, que previenen que la sangre se mueva hacia atrás. Si las válvulas se desgastan, la sangre circula menos bien y tiende a estancarse.  La acumulación de sangre resultante se expande la vena varicosa y se hace.
  • Pérdida del tono muscular: Durante la marcha, el retorno de la sangre al corazón se ve favorecida por los músculos de las piernas, que actúan como una bomba en las venas profundas. Un bajo tono muscular en las piernas por consiguiente contribuye a la capacitación de venas varicosas.
  • El deterioro de la pared de las arterias: En reposo, las paredes de las venas también juegan un papel importante en el retorno de la sangre al corazón. Su efectividad depende de su aptitud para contraerse (tono) de su flexibilidad y rigidez. Con el tiempo, tienen la posibilidad de perder su elasticidad y su tono.

Las paredes asimismo pueden deteriorarse hasta transformarse en semi-permeables, lo cual deja que la sangre se escape a los fluidos del tejido circundante, lo que provoca la hinchazón de las piernas o los tobillos, por ejemplo.

Síntomas de las varices

  •  Venas azules, dilatadas y prominentes, por lo general en las piernas.
  •  Dolor, hormigueo y sensación de pesadez en las piernas; calambres en las pantorrillas, y la hinchazón de los tobillos y los pies. Asimismo se puede sentir picor.
Estos síntomas tienden a empeorar en la noche. 

Factores de riesgo para sufrir varices

En las mujeres, van a aumentar en los días antes de la regla.

  •  Genéticos: Los componentes hereditarios son predominantes. Tener una madre, un padre, un hermano o hermana que tiene o tuvo venas varicosas aumenta el peligro.
  • Género / Mujeres: Los cambios hormonales relacionados con el embarazo, los periodos premenstruales y de la menopausia contribuyen a las venas varicosas.
  • Edad / Personas mayores de 50 años:  El proceso de la degeneración de las venas y sus válvulas tienen la posibilidad de comenzar desde los treinta años.
  • Embarazo: En el instante del embarazo, la expansión del útero comprime las venas abdominales, lo que impide el retorno venoso. Además, las hormonas secretadas a lo largo del embarazo ocasionan una relajación de la musculatura de las venas. Afortunadamente, las venas varicosas que están exclusivamente similares con el embarazo de manera frecuente desaparecen por sí mismas durante los 3 meses siguientes al parto.
  • Posición: Cajeros, enfermeras, camareros, instructores y otras profesiones en las que se continúa en una postura de pie a lo largo de múltiples horas se ven damnificados, pero sólo si tienen una predisposición hereditaria a las venas varicosas.
  • Obesidad: El exceso de peso aumenta la presión en las venas de las extremidades inferiores.
  • El sedentarismo y/o la falta de ejercicio.
  • La exposición al calor (tomar el sol, baños calientes, etc.).

Presoterapia y varices se presentan como una alternativa para aquellos que por su tren de vida tienden al sendentarismo y disponen de poco tiempo para poder hacer ejercicio.

Más vale prevenir que curar, toma nota de las próximas sugerencias para evitar la aparición de las varices

Recomendaciones presoterapia y varices

  • Presoterapia y varices: Asiste a algún centro de estética de seguridad y prueba una sesión de presoterapia. En solo 45 minutos de sesión apreciarás un alivio tremendo y, lo más esencial: evitarás “males mayores”. Si andas contenta con los desenlaces que puedes hallar con este género de sesiones, hay máquinas de presoterapia de uso familiar con resultados profesionales, así puedes tener las virtudes de las sesiones de presoterapia en el hogar economizando tiempo y a la larga dinero. Presoterapia y varices son la mejor combinación.
  • Aumenta la comprensión de los pantys que usas: Emplea medias flexibles con ajuste de compresión, que a diferencia de las medias recurrentes ayudan a eludir que la sangre se vaya hacia las venas mucho más pequeñas y próximas a la piel y te dan un alivio notable dependiendo de la gravedad de tus varices.
  • Mantén las piernas en prominente: Las varices son venas debilitadas, sin la fuerza que tuvieron antes para devolver la sangre al corazón. Entonces, tienes que asistirlas, elevándolas sobre el nivel de tus caderas y apoyándolas sobre un sillón o unos cojines. Jura realizar este ejercicio cuando llegues a casa: acuéstate boca arriba, eleva las piernas y descánsalas sobre la pared. Mantén esta situación durante cinco minutos a fin de que la sangre se mueva de las varices hacia el corazón.
  • Inclina tu cama a la altura de los pies: Pone algún cojín o cuña bajo tu colchón al nivel de los pies, para mantener las piernas en prominente mientras duermes. Veras como no se incrementará tu problema de varices.Practica yoga: Ciertas posturas de yoga asisten a calmar la irritación de las varices. Se trata de posiciones llamadas “invertidas” cuyo propósito primordial es que se mueva apropiadamente la sangre desde las piernas hacia el corazón. La mucho más fácil es la denominada “posición sobre los hombros” o “sarvangasana”.

Aplica compresas de agua: Aplica una compresa de agua ardiente sobre la región perjudicada y sin apretar, a la máxima temperatura que logres soportar, durante 2 minutos. Después aplica otra de agua fría durante medio minuto. Alterna a lo largo de diez minutos, finalizando con la compresa fría.

  •  Date masajes en las zonas afectadas en las varices: Puedes ofrecerte unos suaves masajes a lo largo de las dos piernas ya sea con las yemas de los dedos o con el apoyo de un aparato de masaje como el Masster Agregado con su rotor de espumas.
  • Mueve las piernas: Dedica dos minutos cada media hora a mover los dedos de los pies dentro de los zapatos, dobla y prolonga las piernas, ponte de puntas cada vez que te resulte posible, y levántate y anda un poco cada hora.
  • Ejerce ejercicio físico: Algo de ejercicio diario, sobre todo caminar, contribuye a que se contraigan las venas, se vacíen y se mande la sangre hacia el corazón, contrarrestando las varices.

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