Presoterapia es un tratamiento que se realiza mediante la aplicación de presión sobre el cuerpo. El objetivo de este tratamiento es mejorar la circulación, drenar los fluidos y reducir la inflamación.
Este tratamiento se realiza mediante una máquina especializada que aplica la presión sobre el cuerpo. La sesión de presoterapia suele durar unos 30 minutos.
Antes de iniciar el tratamiento, es importante que el médico o el fisioterapeuta evalúe el estado de salud del paciente. Esto se debe a que la presoterapia no es adecuada para todas las personas.
Por ejemplo, las personas que padecen enfermedades cardíacas o pulmonares no deben someterse a este tratamiento. Tampoco es adecuado para las mujeres embarazadas.
Una vez que el médico o el fisioterapeuta hayan evaluado el estado de salud del paciente, este deberá colocarse en una camilla especial. La camilla estará equipada con unos bolsillos que se inflarán y desinflarán durante el tratamiento.
El paciente deberá estar cómodo durante el tratamiento, por lo que es importante que sepa cómo funciona la máquina.
Una vez que el paciente esté cómodo, el médico o el fisioterapeuta procederá a activar la máquina. Esta empezará a aplicar la presión sobre el cuerpo del paciente.
La presión se aplicará de forma gradual, de modo que el paciente se vaya acostumbrando poco a poco.
Es importante que el paciente sepa que la presión que se aplica durante el tratamiento es mucho menor que la que se produce durante un masaje.
Durante el tratamiento, el paciente deberá permanecer completamente inmóvil. No deberá hablar ni moverse durante el tiempo que dure la sesión.
Una vez que el tratamiento haya finalizado, el paciente se sentirá más liviano y la hinchazón habrá disminuido.
Es importante seguir las instrucciones del médico o del fisioterapeuta para obtener los mejores resultados.